Hacia más de una década que un ejército francés no sufría una derrota como la de Los Arapiles. Otras derrotas se habían cobrado menos bajas, como por ejemplo, la capitulación de Bailén o la fallida invasión de Portugal de Massena. La última vez que un ejército francés de casi cincuenta mil hombres sufrió tal derrota en una batalla campal fue en los oscuros días de 1799. Del mismo modo podemos decir que fue la victoria británica más espectacular, no solamente de la Guerra Peninsular sino de todas las guerras napoleónicas hasta la fecha. Algunos incluso afirman que fue la victoria más grande del ejército británico desde los tiempos de Marlborough.
No hay una estadística precisa de las bajas francesas, pero parece ser que el ejército de Marmont perdió unos 12.500 hombres entre muertos, heridos o prisioneros en la batalla, más o menos un cuarto de sus fuerzas. A veces se da la cifra de 14.000 bajas pero ésta incluye los combates en el Guareña y Garcihernández.) Lógicamente el mayor número de bajas se produjo en el ala izquierda donde la división de Thomières perdió el 50 por ciento de sus fuerzas, la de Maucune casi el 35 por ciento y la de Taupin casi el 30 por ciento. Cuatro regimientos del ejército francés perdieron más de la mitad de sus efectivos:
El 66º de Línea en la división de Maucune sufrió un 50,3% de bajas.
El 22º de Línea en la división de Taupin un 60%.
El 62º de Línea en la división de Thomières un 77,3%.
El 101º de Línea en la división de Thomières un 81,8%.
Los cuatro regimientos estaban situados en el ala izquierda y es probable que su excesivo número de bajas se debiera, al menos en parte, a la carga de la caballería de Le Marchant.
La dura lucha en el centro también se cobró su precio: la división de Clausel sufrió un 26 por ciento de bajas, la de Bonnet un 23 por ciento y la de Ferey un 17 por ciento. La caballería francesa no tuvo un papel relevante en la batalla pero aun así sufrió más de 400 bajas. Las únicas divisiones del ejército francés que tuvieron menos de un 10% de bajas fueron las de Sarrut (un 8 por ciento) y la de Foy (quizás un 4 por ciento); aunque la artillería tampoco salió del todo mal parada con unas 150 bajas, solamente un 4 por ciento.
El ejército de Wellington tuvo unas 5.220 bajas en la batalla: 694 muertos, 4.270 heridos y 256 desaparecidos. Los británicos sufrieron casi un 61 por ciento de estas bajas (3.176 oficiales y soldados), los portugueses un 39 por ciento (2.038 oficiales y soldados), mientras que la división española tuvo solamente 6 bajas.
El mayor número de bajas de los aliados se produjo en la Sexta división. La Cuarta división también sufrió considerablemente salvo el regimiento 3/27º que estuvo de reserva en el Arapil Chico y que perdió solamente un oficial y siete hombres heridos de una fuerza total de 600 hombres. La brigada de Pack perdió un 18 por ciento de sus fuerzas, sobre todo a causa de su intento de asalto al Arapil Grande. La caballería aliada sólo tuvo unas 200 bajas. Más de la mitad de estas bajas se dieron en la brigada de le Marchant, que perdió 105 hombres, una cifra muy pequeña teniendo en cuenta el importante papel que esta brigada desempeñó en la batalla. El resto de bajas de la caballería se produjo entre los portugueses de D'Urban y los húsares de Víctor Alten. La artillería sólo tuvo 15 bajas.
La batalla se cobró un precio muy alto entre los oficiales de alto rango. Marmont y Bonnet fueron gravemente heridos, Ferey y Thomières murieron y Clausel fue herido leve.
Entre los aliados Beresford, Cotton, Leith y Cole fueron heridos y le Marchant murió.
El ejército aliado capturó entre unos 5.000 y 6.000 prisioneros, muchos de los cuales eran heridos y otros simplemente habían tirado sus armas y se habían rendido ante el avance de la caballería de le Marchant.
Los informes británicos suelen atribuirse la captura de 20 cañones franceses aunque lo más probable es que sólo fuera una docena ya que algunas unidades se atribuyeron la captura de un mismo cañón.
Otros trofeos capturados fueron dos águilas francesas, seis banderas de batallón francesas y muchos otros premios como el "Jingling Johnny" (un estandarte del que colgaban multitud de campanillas) capturado por el 88º Connaught Rangers y un tambor profusamente decorado tomado por el 40º. Estos objetos tenían un considerable valor simbólico como el sargento Lawrence deja claro en sus memorias:
"Nuestro regimiento capturó en la famosa batalla de Salamanca un magnífico tambor que debía valer unas 50 libras y que nos vino realmente bien, ya que el que teníamos nosotros era muy viejo y estaba completamente roto porque había sido capturado a los franceses en Holanda, teniendo como comandante al Duque de York."
Los franceses capturaron el "King's Colour" (el estandarte del rey) del 2/53º y posiblemente otra bandera aliada.
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